Los habitantes de esta zona, hermanos culturales de los tolteca, realizaron sacrificios humanos y ofrendas dedicadas a sus dioses, las cuales incluían copal, flores, miel, inmolaciones de pájaros y diversos animales, además de comidas exquisitamente preparadas. Hoy en día la manera de alimentarse no ha cambiado mucho en cuanto a contenido y preparación, a excepción de los cultos, ya que los habitantes continúan consumiendo los tradicionales atoles, quelites, tamales y carnes de monte, entre otros, algo que los visitantes a este festival disfrutan mucho, reconoce el coordinador del Nicho de Aromas y sabores de Cumbre Tajín.
La gastronomía totonaca es resultado de la interacción del ser humano con todos los productos que lo rodean y que a partir de eso forma parte de su forma de vida, de su forma de pensar y concebir el mundo. Antes de sentarse a la mesa, los totonacas asean sus manos, para ello acostumbran poner un lavamanos en la entrada de la casa o de la cocina, y en ocasiones, cuando el jefe de familia llega del campo, éste debe bañarse antes de consumir los alimentos, los cuales deben estar frescos y recién preparados.También se dice que hay que tener cuidado con lo que se introduce a la boca, ya que existen creencias asociadas a la envidia. Al respecto han surgido múltiples relatos, algunos de los cuales dicen que si la comida está embrujada se convierte en gusanos, creencias con las cuales crecen estas cocineras totonacas, que pareciera que nacen para ser lo que son, grandes cocineras de una cultura sofisticada.
Esta es una cultura vigente, que tiene manifestaciones diversas como es el baile, la danza, la gastronomía, las artesanías. Una cultura que es de aplaudir se quiera seguir promoviendo, y a la vez de promoverlo, honrarla.
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